Los niños en esta etapa comienzan a tener un nuevo estilo de vida, porque ahora comienzan a ir al colegio hasta la tarde y comienzan a tener un rendimiento más fuerte y constante. Por estos factores es imprescindible que en las mañanas antes de asistir al colegio, el niño tenga un buen desayuno para resistir las primeras horas de clase hasta que llegue el refrigerio de media mañana.
El niño puede desayunar una ensalada de frutas las cuales aportan energía y vitaminas, en el caso que no les guste las frutas se le puede dar un jugo o batido con leche, huevos, algún tipo de pan con mantequilla o mermelada de frutas, pero también es bueno comer algún tipo de cereal ya que eso los mantiene activos y atentos.
Para las madres que le preparan los refrigerios a los niños, es bueno que para media mañana se les mande algo de tomar que puede ser un jugo o un yogurt, estará acompañado por algún queque o galleta; en el caso que mande algún alimento mencionado es importante que agregue una fruta que sea agradable para el niño. Esta merienda debe ir variando con el paso de los días para que el niño no se aburra y como consecuencia deje de comer; estos alimentos que les ofrezcamos deberán ser del gusto del niño, por lo cual es importante ir con ellos al supermercado o a las tiendas para que conozcan los alimentos y ellos puedan escoger que llevar al colegio, siempre y cuando no todo lo que lleven en la lonchera sea comida chatarra.
Por lo general los escolares se quedan en el colegio horas después del almuerzo, por ello los pediatras y nutricionistas recomienda que de ser posible los niños almuercen en el colegio con sus amigo, porque así no distorsionen el almuerzo hasta la tarde y además siguen con el horario adecuado de sus comidas.
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